sábado, 26 de febrero de 2011

EL LADO OCULTO DE LA PUBLICIDAD...


Con este vídeo podemos comprobar que no siempre percibimos todo lo que vemos. Cuando nos concentramos en observar algo, nuestro cerebro puede dejar de percibir cosas de su entorno, lo que nos lleva a distinguir dos tipos de percepción:

·     Percepción consciente: los elementos y estímulos del mensaje son percibidos conscientemente por el espectador luego, podrá desarrollar juicios de valor sobre el contenido y tomar decisiones acorde a ellos.
·     Percepción inconsciente: el mensaje que se difunde contiene elementos o estímulos que el espectador no es capaz de percibir de forma consciente sin embargo, su cerebro sí los detecta, por lo que podría actuar de una forma “instintiva”, no premeditada.

De este modo, observamos que se toman dos variables fundamentales para establecer esta división. Hablamos, por un lado, del nivel de atención del espectador y por otro, de la magnitud que tenga el mensaje o estímulo es decir, de su intensidad.

Cuanto mayor sea la atención del espectador, más consciente será la percepción del estímulo o mensaje. Por el contrario, cuanto menor sea la atención del espectador, más inconsciente será dicha percepción. (En el vídeo que mostramos, al prestar una mayor atención al número de pases del equipo blanco, la atención dedicada a su entorno, concretamente, al oso bailando, es menor y por ello, resulta imperceptible).  
Lo mismo ocurre con la intensidad del mensaje puesto que, cuanto más intenso sea éste más fácil de percibir será mientras que, si la intensidad es escasa, la percepción será más inconsciente.   

Todo esto nos permite considerar el eterno debate sobre la existencia o no de la publicidad subliminal.

La Real Academia Española define “subliminal” como:

1.      adj. Que está por debajo del umbral de la conciencia.
2.      adj. Dicho de un estímulo: que por su debilidad o brevedad no es percibido conscientemente, pero influye en la conducta.

Otra definición más concreta de publicidad subliminal dice que es:
“Todo mensaje audiovisual (compuesto por imágenes y sonidos) que se emite por debajo del umbral de percepción consciente y que incita al consumo de un producto. También es aplicable a aquellos mensajes visuales que contienen información que no se puede observar a simple vista, como por ejemplo: los anuncios de imagen fija en revistas ilustradas o en carteles.”

Con todo ello, la práctica de la publicidad subliminal está prohibida por el Derecho, de acuerdo al artículo 3 c) de la Ley General de la Publicidad (LGP) puesto que,  vulnera la libertad de elección por parte del consumidor.

- ¿Cuándo surgió el concepto de publicidad subliminal? –

Clásicos como Platón o Aristóteles ya hablaban de la persuasión subliminal en alguna de sus obras sin embargo, no fue hasta 1957 con el experimento de James Vicary, cuando nació el concepto de publicidad subliminal.
James McDonald Vicary era un publicista e investigador de mercados estadounidense que realizó un experimento para demostrar la existencia de la publicidad inconsciente. Para ello, introdujo dos mensajes durante la proyección de la película “Picnic”. Éstos fueron muy rápidos por lo que, no podían ser percibidos conscientemente y decían:
“Beba Coca-Cola” y “¿Tiene hambre? Coma palomitas de maíz”

Según Vicary, los resultados fueron un aumento del 57´7% en las ventas de palomitas y un aumento del 18´1% en las ventas de Coca-Cola. Esto provocó una rápida corriente de opinión y creció el miedo a estas emisiones imperceptibles por lo que, se prohibió cualquier publicación que se considerara subliminal.
Más tarde, se repitió el experimento para comprobar las cifras. El resultado fue que no se produjo ninguna variación significativa en las ventas de los productos por lo que, Vicary se vio obligado a confesar que manipuló los datos del experimento.

A partir de ese momento y hasta la actualidad, se abrió el debate entre aquellos que creen que la publicidad subliminal existe y aquellos que creen lo contrario.  

No contamos con una solución clara ante esta disyuntiva, es decir, no podemos afirmar con certeza que los mensajes imperceptibles nos provoquen una determinada conducta, como por ejemplo: los cassettes para aprender idiomas o de autoayuda mientras se duerme, que tan de moda se pusieron hace unas décadas, no han ofrecido resultados convincentes de su efectividad, pues las personas necesitaban de otros métodos adicionales para mejorar su nivel de idioma;  en cuanto a la autoayuda, se cree que aquellas personas que se sentían mejor psicológicamente tras utilizar los cassettes, debían esa mejora a causas psicológicas, es decir, a que se auto-convencían previamente de que el “tratamiento” tendría éxito.

Sin embargo, sí podemos afirmar que existe la percepción subliminal, si la entendemos como aquellos estímulos que percibimos de forma inconsciente, es decir, por debajo de nuestro umbral de conciencia (un ejemplo de ello es el vídeo propuesto anteriormente).

Es necesario, además, hacer referencia a los mensajes encubiertos u ocultos de carácter sexual o agresivo. De hecho, si buscamos en internet “publicidad subliminal”, encontraremos una multitud de gráficas publicitarias con dobles sentidos o efectos visuales que simulan las formas del cuerpo e incluso los órganos sexuales, tanto femeninos como masculinos.


¿Podemos considerar esto como publicidad subliminal o como un mero reclamo publicitario que busca llamar la atención de una forma distinta?






















   



















martes, 22 de febrero de 2011

¡ ATENCIÓN, ATENCIÓN!



“ATENCIÓN señores viajeros, metro de Madrid informa…”, “ATENCIÓN estación en curva, no introducir el pie entre el coche y el andén”,  (Tin, tin, tin) “ATENCIÓN señores pasajeros el vuelo KJH 503 acaba de aterrizar en el aeropuerto de Barajas”, “ATENCIÓN suelo mojado”, “ATENCIÓN  no apto para cardiacos”, ”ATENCIÓN hielo en la zona”, etc.


¿Cuántas veces hemos escuchado  la palabra atención para conseguir  captar nuestro interés? Sin embargo, para lograr este efecto, no es necesario acudir a la propia palabra sino que podemos recurrir a otros recursos que apelan a algunos de nuestros cinco sentidos.

Principalmente, la publicidad se vale de tres de ellos, la vista, el oído y el tacto (aunque es menos frecuente). Frente a la oralidad literal (la palabra atención) son más eficaces en cuanto a producir interés y recuerdo.

Dentro de la publicidad ATL (Above the line advertising), que es la publicidad convencional, podemos distinguir entre publicidad audiovisual (Spots publicitarios), la publicidad visual (Gráfica) y publicidad auditiva (cuñas radiofónicas). Las diferencias de percepción entre ellos crean también distintos efectos en el espectador y a su vez distintas formas de conseguir atención.

En cuanto a la gráfica, los factores artífices de la atracción publicitaria dependen de lo que lo que los ojos son capaces de percibir. Los colores y contrastes (luz, sombra, colores o argumentos),  el tamaño  de la gráfica y  la posición de los elementos que la componen.

El color es un elemento muy importante ya que, no sólo activa nuestra capacidad perceptiva y crea estímulos, sino que también tiene connotaciones de significado, es decir, que cada color tiene asociado una significado y una actitud ante él. Los publicitarios utilizan mucho este recurso para conseguir ciertas actitudes en los espectadores. Desde generar la imagen positiva de una marca hasta remarcar los valores de un producto, o simplemente estimular al público.

Contraste de colores


El uso del contraste, tanto de colores como de imágenes y sonidos llama mucho más la atención que un contenido uniforme. En cuanto a colores, el uso de tonos complementarios en la rueda cromática y los claro-oscuros consiguen dirigir nuestra atención hacía el punto que contenga estos elementos. En el caso de la música, la mezcla de sonidos provoca estridencia y provoca una reacción inmediata del oyente. Por último, el contraste de ideas expresadas de forma gráfica es muy eficaz. Se suele mostrar en forma de metáforas visuales, hipérboles y comparaciones.

Metáfora visual


Hipérbole visual



Comparación


Hipérbole

El tamaño de la gráfica depende de su uso y de su emplazamiento. No tendrá las mismas dimensiones una gráfica para una página de una revista que para una valla publicitaria. El primero podrá contener imágenes más pequeñas e informaciones más detalladas (características, forma de pago, información de la empresa o vendedor), ya que el consumidor de este medio está leyendo y  seguirá leyendo cuando vea el anuncio. Sin embargo, en las vallas es necesario utilizar imágenes grandes que ilustren de forma clara el mensaje que la marca quiere dar, ya que no es posible ninguna explicación extensa ni imágenes pequeñas que desde los coches no sería percibidos. Sin embargo, no hay ninguna ley absoluta que otorgue el éxito completo al tamaño. El tamaño sí importa, pero utilizado con inteligencia. No por poner una imagen grande obtendremos necesariamente un efecto de atención, podemos utilizar otros recursos como el contraste, los colores o la posición.

En este caso, hablamos de la posición de las imágenes, de la composición gráfica. Una imagen adquirirá más fuerza dependiendo de su situación en el plano del anuncio. Según la ley de los cuatro tercios, utilizada en fotografía y en arte, los elementos que tendrán mayor protagonismo serán los que se sitúen, dentro del cuadrante imaginario, en los puntos de intersección de las líneas. Por lo tanto, las figuras fundamentales se colocarán siempre en estos puntos para que, ante la compleja composición de imágenes, el espectador perciba con atención solo las más importantes.

Y en cuanto a los spots audiovisuales, que cuentan tanto con la vista como con el oído, podríamos estar influidos por el movimiento, el orden de exposición de los argumentos y la música.

El movimiento de las imágenes hace posible componer historias, lo que supone un recurso muy llamativo. La narración es una buena forma de mantener atento a los espectadores, ya que esperan un final, el final de la historia. También transmite un estado de ánimo tanto de excitación como de relajación. Sin embargo es el de excitación, el enérgico, el que crea en el espectador un estado de mayor atención por su predisposición activa (nerviosa, atenta, expectante, despierta). Este efecto se ve potenciado por la música que también infiere de forma directa en los estados de ánimo y en las actitudes que provocarán un comportamiento u otro. En consecuencia, si el publicista es capaz de crear un estado activo y a su vez favorable, conseguirá un comportamiento positivo ante su marca o producto.

Por otro lado, el movimiento llama más la atención que una imagen estática, ya que es un estímulo más potente para el cerebro, sobresalta a la vista y provoca una reacción instantánea.

CAMPAÑA DE LEVIS: Movimiento



El orden de exposición del eslogan altera la respuesta de la audiencia. Podemos aplicar en este caso el efecto de primacía o recencia que postula que el orden de los argumentos, en este caso del eslogan, situado al principio o al final, produce distintos efectos. En publicidad en general (sin tener en cuenta las diferencias del espectador), es más eficaz exponer primero un conjunto de imágenes y al final del anuncio resolver la incógnita de la identidad del anunciante o el sentido del anuncio. Es debido a que primero captan la atención con la música y una imagen y una vez que consiguen que el espectador esté atento a su anuncio, revelan quiénes son y qué quieren (el nombre del anunciante y su eslogan). Por otro lado, actúa también el efecto de continuación de la historia, el misterio que se crea al no conocer quién es el anunciante produce expectación en la audiencia que espera hasta el final del anuncio para conocer quién es su artífice.

Anuncio para valla publicitaria
Efecto de primacía: primero las imágenes, más tarde se revela la identidad de anunciante que en este caso es Carrefour.


Anuncio prensa


Anuncio para marquesina de la campaña de Carrefour

CAMPAÑA DE CARREFOUR: Efecto de primacía



CAMPAÑA DE LA DGT: Efecto de primacía



En cuanto a la música, ésta juega un papel relevante junto a las imágenes y es que, a pesar de que el mayor porcentaje de atención cerebral reside en lo que vemos, el componente auditivo es el que marca el ritmo del mensaje y de las imágenes. Ambas partes se ayudan mutuamente en su labor de llamar la atención del espectador y alcanzar el objetivo del anuncio.

Los recursos retóricos son a menudo utilizados también en publicidad para enfatizar el mensaje y facilitar su recuerdo. Hablamos fundamentalmente de la metáfora (establece una relación de identidad total entre dos seres, reflexiones o conceptos, de tal forma que para referirse a uno de los elementos de la metáfora se organiza el nombre de otro), la hipérbole (exageración muy grande, aumentando o disminuyendo la verdad de lo hablado, de tal forma que el que reciba el mensaje, le otorgue más importancia a la acción en sí y no a la cualidad de dicha acción) y la comparación o símil  (semejanza entre términos).

Estos son solo algunos de los factores que pueden influir en que la audiencia preste mayor o meno atención a un anuncio.

Hemos tratado tan solo la parte del anunciante como utiliza lo recursos de composición de imagen y sonido y como combina ambos para crear armonía. Sin embargo hay muchos otros factores que intervienen en la captación de atención. Estos son los referentes a los individuos, a la audiencia. Para ello deberíamos realizar un estudio paralelo de las características fisiológicas del hombre, de como reacciones ante determinados estímulos así como de las personales y propias de cada individuo, ya que nosotros somos nosotros mismo y nuestras circunstancias y estas influyen en la manera en que percibimos las cosas, creamos actitudes ante ellas y actuamos con un comportamiento determinado.

Es complicado abarcar todas las causas que pueden provocar atención de forma certera, por ello la publicidad tiene muchos fallos en su propósito. Si no tiene capacidad para atraer la atención en consecuencia tampoco podrá persuadir al espectador.

martes, 15 de febrero de 2011

Marcando un antes y un después

Algunos anuncios han marcado un antes y un después en el ideario colectivo así como en la historia de la publicidad. Nos preguntamos como lo han conseguido. Podríamos decir que son anuncios buenos ¿pero por qué lo son?.
La respuesta podría estar en su creatividad o en conseguir su propósito persuasivo o en la combinación de ambos. Es en este penúltimo punto al que nos referimos.
A continuación analizaremos los aspectos que han hecho de estos anuncios parte del imaginario publicitario de esta última década.



Campaña de Volkswagen golf 2008


El anuncio de Volkswagen pretende promocionar las características de su modelo Golf. Concretamente el cambio de marchas automático.
Lo que hace a este anuncio distinto de cualquier otro anuncio de coches es la forma de tratar la información. Al contrario que otras marcas que deciden utilizar recursos informativos, es decir, transmitir de forma verbal las prestaciones de su producto, Volkswagen ha optado por un recurso más efectivo.
Por un lado encontramos argumentos emotivos que apelan al público a través de las figuras de los niños y su ingenuo juego. El elemento cómico es también muy importante, ya que capta la atención del espectador y ayuda a su memorización.El sonido que emite el niño imitando a un coche con cambio de marchas automático aporta el  toque cómico y marca el punto álgido del spot. Utiliza un argumento racional al comparar a cada uno de los niños con un tipo de coche, cada uno imita el coche que tiene su padre. Podemos observar también la falta de palabras en el anuncio, un recurso muy eficaz cuando se trata de un anuncio con una base visual comprensible para la audiencia. La metáfora entre el sonido que emite un niño y otro con el coche con y sin cambio de marchas  es totalmente comprensible y acentúa la eficacia de la omisión verbal.


Campaña Coca-Cola 


Coca-Cola cuenta con una amplia trayectoria publicitaria de enorme éxito mundial.¿Cuál es su secreto? Además de mucha experiencia y casi un monopolio en su sector Coca-Cola sabe como sacar partido a sus recursos y como influir de forma directa en el espectador. Hace varios años realizó este fantástico spot que ha quedado en nuestra memoria. Tanta es su eficacia que tras varios años aun podemos recordar las canciones del protagonista del anuncio.Algunos de los puntos fuertes coinciden con el anuncio anterior. A través de un recurso emocional creando un vínculo entre el espectador al exponer una situación mundana como es un despido y a su vez consigue que la audiencia se identifique con el anuncio y preste más atención. La música juega un papel muy importante ya que acompaña a la reacción del trabajador, y es un recurso muy efectivo para hacer que un anuncio sea recordado. Las reacciones del actor son muy exageradas casi hiperbólicas lo que aporta el matiz cómico, otro elemento que ayuda a la memorización. Por otro lado las tres acciones representan tres posibles reacciones ante un despido. La audiencia podría identificarse con alguna de las tres enfatizando el mensaje de Coca-Cola "para todos". Para los que reaccionan de forma pacífica, de forma guerrera o de forma agresiva, para todos. Por último representa la acción válida que es tomar Coca-Cola. El hecho de encauzar las únicas palabras de anuncio en una canción aporta ligereza al anuncio y de forma inconsciente, el repetir la camción inserta unas ideas en nuestra mente.



Campaña Renault Clio 


El anuncio del Renault Clio (gerapa) se sirve de la combinación entre el humor y la intriga para captar la atención del público.
Utiliza la figura retórica de la repetición con la palabra (gerapa) la cual, sin significado aparente, intriga al espectador y fomenta su curiosidad hasta el final del anuncio, cuando se desvela el por qué.
El anuncio pretende mostrarnos que el nuevo Renault Clio es muy rápido y por ello el pobre muchacho que limpia a diario con su escoba a un lado de la carretera, solo escucha esa palabra de la canción que verdaderamente escuchan los ocupantes del coche.
La palabra es nueva y engancha lo cual, combinado con el juego humorístico y retórico que mezcla el anuncio, lo hacen inolvidable.